Utilice el catálogo de hechos como un manual para la educación de los niños. Seleccione el rango de edad y lea el contenido.
ALGUNAS CONSIDERACIONES:
- Recuerda que autoridad no es lo mismo que para un niño, la autoridad es sinónimo de amor, el pequeño necesita límites para sentirse en manos seguras y confiar en el cuidado que un adulto le brinda.
- Autoridad no es lo mismo que autoritarismo.
- Para lograr ser autoridad para el pequeño, necesito respetarlo, conociendo la etapa por la que está pasando, así como verlo como un pequeño que necesita de mi guía para aprender a desenvolverse en el mundo, y poner los límites correspondientes para sentirse contenido y amado.
- Ser autoritario, implica actuar desde el miedo de que no me obedezca y tratar de imponer con consecuencias rígidas mi verdad, sin tomar en cuenta que el pequeño es un ser individual, y tratando de imponer a toda costa el miedo para lograr su colaboración.
- Se trata de educar, formando y acompañando al niño, logrando poco a poco su razonamiento y su convencimiento y no condicionarlo a obedecer por un premio o un castigo.
- Los límites dan seguridad al pequeño, ya que se siente en unas manos capaces de cuidarlo que le muestran un mundo estable, estructurado, con rutinas y horarios establecidos.
¿QUÉ ES UN LÍMITE?
Límite
Un límite es lo que indica lo que puede o no puede hacer una persona en determinada situación.
Un límite da seguridad, ya que finalmente nos enseña a cuidarnos y a cuidar a los seres importantes para nosotros.
Un límite nos ayuda a independizarnos de los demás y a vivir en libertad.
DE LOS 0 A LOS 3 AÑOS
- Es importante que el niño se frustre un poco ante algunas situaciones como al recibir su biberón y no cargarlo todo el tiempo.
- Cuando el pequeño esté en un berrinche es necesario que te mantengas en tu posición de no ceder a lo que quiere y cuando se calme decirle que esa no es la manera como lo conseguirá y que cada vez que él se comporte así, tú no atenderás a su petición.
- No permitas que el pequeño se vaya a dormir a tu cama.
- No preguntes si quiere hacer las cosas, da la orden simplemente.
- Mantente firme en los no que le dices.
DE LOS 3 A LOS 6 AÑOS
- Utiliza rutinas y horarios establecidos para el pequeño.
- Utiliza con el pequeño “ilusión de alternativas”, para que él sienta que está eligiendo y que tú tengas el control de lo que es bueno para él.
- Comienza a utilizar consecuencias naturales a su comportamiento, ej. si no quiere comer, retira su plato y no le vuelvas a ofrecer bocado hasta que sea la siguiente hora de comer.
- Habla con él, las consecuencias que tendrá buenas o malas y dale la opción de que elija en algunas situaciones.
- No le preguntes si quiere o no hacer las cosas, ordénaselas.
- Platícale de lo que puede hacer y lo que no puede hacer.
- Razona con él lo que le pasaría si hace lo mismo que su personaje favorito y dile que él no puede hacer lo mismo.
- Si quiere interrumpir alguna conversación, pídele que espere un momento y que pronto lo atenderás.
- Hazle sentir que tú lo mandas, un pequeño apretón de brazos te puede servir en algunas ocasiones.
DE LOS 6 A LOS 9 AÑOS
- Establece rutinas para que el pequeño tenga claro en qué actividades colaborará dentro de casa y cómo lo hará.
- Utiliza un horario para establecer actividades como tareas, baño y sueño.
- Utiliza consecuencias habladas y cúmplelas.
- Pide la colaboración del pequeño para colaborar en algunas actividades en casa.
- Si das una orden, pídele que la ejecute en el momento.
- Explícale que habrá conversaciones, películas o reuniones en donde no podrá participar, y aclárale en cuáles sí.
- Si asiste a una clase extracurricular, habla con él y dile que por lo menos asistirá tres meses a la misma y que después podrá elegir otra si así lo desea.
- Enséñale a respetar a los demás, evitando que se burle o que se aproveche de ellos.
- Platícale que nadie puede tocar su cuerpo, solo que te encuentres tu presente y que él no puede tocar el cuerpo de los demás de manera que los incomode.
- Enséñale a respetarse a él mismo y dile que está bien que diga que no quiere hacer ciertas cosas. Recuerda que si tu aceptas sus “no”, será más fácil para él negarse a situaciones peligrosas.
- Habla con él acerca de lo que no puede hacer dentro de casa y fuera de ella.
DE LOS 9 A LOS 12 AÑOS
- Comienza a reflexionar con él algunas situaciones, como accidentes ajenos o peligros reales que puedan afectarle en algún momento de su vida.
- Cuando le niegues algo, reflexiónalo con él y mantente firme.
- Piensa bien en la consecuencia que vas a poner, ya que la tendrás que cumplir.
- Explícale que como ya es un poco mayor, puede gozar de ciertos privilegios y otórgale un poco más de libertades: irse a dormir un poco más tarde, estar más tiempo en la computadora, elegir su hora para hacer la tarea, su hora de bañarse, que él elija su horario y que lo cumpla.
ADOLESCENCIA
- Redacta un reglamento en el que incluirás reglas personales, reglas sociales y reglas en casa, propónselo y negócialo con él, para que los dos salgan ganando.
- Pon un alto a sus comentarios sarcásticos, cuando son dirigidos hacia un miembro de la familia o una persona cercana.
- Especifícale sus obligaciones dentro de casa.
- Si quiere obtener dinero extra permítele trabajar, y si no puede, proponle ciertas actividades en casa en donde pueda ganarse su dinero extra.
- Pídele que delante de las personas mayores cuide su vocabulario y sus modales.
- Habrá permisos negociables como horas de llegada, algunas salidas fuera de la ciudad y otros que no serán negociables, como aquellos en los que corra riesgo su vida.
- Si rompe alguna regla hablada, cumple con la consecuencia.
- Respeta su privacidad en el baño y en su cuarto, enséñale a ser pudoroso al vestirse, al leer, al ver películas o tv y al hablar. Que no debe hablar de situaciones íntimas de la familia con cualquiera, así como no indagar en la vida de los demás.
- Aprovecha cualquier oportunidad para enseñarlo a ser solidario y acomedido con cualquier persona que lo requiera en verdad.
- Pídele que regrese lo que le prestan en buen estado.
- No lo humilles ni lo ridiculices delante de los demás.
- Explícale que es importante que piense las consecuencias de lo que hará antes de actuar.
- Es importante reflexionar con él lo positivo de cada situación que viva.
- Enséñalo a ser empático con los demás.